Razonamiento verbal

  • Ejercicio

En este intento has obtenido

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Instrucciones: Responde las siguientes preguntas.

  • Identifique las palabras que establecen una relación de causa y efecto.

  • Identifique los verbos graduales.
  • Responde la pregunta.

    El contador de cuentos

    -¿De dónde sacas tus cuentos?
    -Del pozo.
    -¿Del pozo?
    -Sí, del pozo. Del fondo del pozo. Están revueltos con el agua, con las ranas y con las estrellas; pero hay que saber sacarlos...
    El contador de cuentos guarda un silencio de enigma. Sentado sobre los adobes de la barda y balanceando al aire sus piernas de barro, mira de reojo a “la preguntona”.
    "La preguntona" es una niñita frágil, como de cera blanca: y crédula.
    El contador de cuentos sabe la importancia que sus embustes le han ganado entre la chiquillería de Palo Verde. Al final de los días, cuando empieza a parpadear la tarde, él se sienta en la barda que marca una raya paralela entre la milpa y el camino. Allí van todos los niños del pueblo a embaucarse con el milagro de su fantasía, plagada de campanas, de príncipes malos y de mendigos santos; de coyotes, de nahuales y de brujas.
    -Sabes- dice, como haciendo a “la preguntona” la merced de confiarle un secreto-. El pozo dice sus cuentos en las noches.
    Cuando hay luna es cuando se pueden sacar los más bonitos.
    -¿Y cómo los sacas?
    -¡Pues… nada! Me siento en el brocal y meto la cabeza dentro. Allí me estoy quietecito, mirando para abajo y escuchando, escuchando. Luego de estar así un rato puedo oír lo que el pozo dice…
    El auditorio contiene la respiración para que no se escape ni una sola de las palabras que el embustero hilvana.

    Carmen Báez

    El texto relata una historia en la que...

  • Identifique las palabras que pertenecen al mismo campo semántico.

  • Lea el poema y responda.

    Soneto


    Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba
    como en tu rostro y tus acciones vía
    que con palabras no te persuadía,
    que el corazón me vieses deseaba;
    Y amor, que mis intentos ayudaba,
    venció lo que imposible parecía,
    pues entre el llanto, que el dolor vertía,
    el corazón deshecho destilaba.
    Baste ya de rigores, mi bien, baste;
    no te atormenten más celos tiranos,
    ni el vil recelo tu quietud contraste
    con sombras necias, con indicios vanos,
    pues ya en líquido humor viste y tocaste
    mi corazón deshecho entre tus manos.


    Sor Juana Inés de la Cruz

    ¿Cuál es el resumen del soneto de Sor Juana Inés de la Cruz?